lunes, 24 de agosto de 2020

concentracion profanada




Estaba intentando concentrarme en lo que hacia, era de madrugada  y la luz dejaba ver por entre la puerta que afuera el día,  iba a ser de nuevo lluvioso.
me distrajo, un ruido como un pequeño resorte plick plcik... aquí y allá...cuando escribía, un eco repetía los movimientos de mis manos en el teclado, pero tratando de ser mas rápido que yo,
primero un clic,... y después una pausa.
Ahora corrigiendo lo que escribía, como un diccionario y mas tarde... agregando y sacando , agrandando y achicando, moviendo todo de lugar.
-esto aquí y esto allá-
Pero, _¿como iba a concentrarme para escribir?
El impulso primero, esa inspiración de un primer momento fresca y entusiasta... estaba agotándose,
_¿como enfocarme en el texto, cuando ya se había tornado bastante caótico?

Mis párrafos eran como jeroglíficos profanados por imprudentes saqueadores de tumbas,
Ese eco que me acompañaba, seleccionaba los objetos, repetía mis letras,
sacando, restando... manejando el flujo de este relato durante horas. Una maldición!

Bajaba por los tirantes del cuarto. y aguardaba en un rincón.
Debía bajar al papiro.
_Digo al (papel)
_la agotada inspiración... 

Sin levantar sospechas de que ya lo había escuchado, ni despertar a nadie y lograr así, muy de a poco a saber de donde venia ese eco...
Primero seguir como si no pasara nada, pero ir a la cocina y tomar una porción de tarta de verdura. Volver, y seguir escribiendo. Así escuchar de vez en cuando, si todavía seguía allí..
Darme cuenta, que o quien no paraba de jugar a las escondidas con mi concentración...y tratar de escribir unas lineas mas ...

En un momento recordé que el reloj en la cocina de la casa, se había retrasado, y hace algunos días, estaba andando muy mal. En el silencio de la noche comenzaba a girar el segundero a toda velocidad. Y Eran sus agujas que hacían mas ruido de lo habitual...Cada minuto parecía un año, quizás eso me estaba confundiendo.
(rasgando para poder escapar)

La calle esa mañana era el río donde flotaban mis papiros prendidos fuego
Así fue pasando el tiempo, ya eran las 8, con la presencia noctambula de alguien que me acompañó toda la noche y la madrugada.. De pronto se detuvo.
Y en ese momento comenzó a rondar la idea de una rueda moviéndose sola y toda la casa volviendo a su quietud, los ruidos cesando... La concentracion de nuevo volvia a la normalidad y en el silencio, nadie me había descubierto cuando me acerqué sigilosamente a la jaula del ratón y él estaba ahi agotado, al lado de los restos mordisqueados de lo que quedaba de un lápiz. 






Licencia Creative Commons
Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario